Diario de Vacaciones IV

Día 4 (bis)

No pude más y le envié un sms a El. Me lo contestó : "Te estaba por escribir!!" Eso se llama conexión. Lo gracioso es que en Mar del Sur no hay señal en todos lados, solo si tenés la compañía de celular C. Entonces de repente recibís un sms a las 3 de la mañana cuando a la señal se le canta aparecer... o hay que ir a la punta del acantilado para poder hacer un llamado. Tiene su encanto, no crean.
Leo la locuacidad de su texto y no lo juzgo. Es muy medido en su expresión y lo acepto como es. Yo soy más alborotada, menos mesurada, equilibramos. Me alegra saber de El.

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Preparo un chocolate caliente y me dispongo a saborear la lectura teniendo de fondo el sonido del viento y el mar embravecido por la sudestada.
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La cena nos devolvió el alma al cuerpo. El frío nos da mas hambre de la habitual. Papa y calabaza. Sopa de fideos. Martín se fue a dormir apenas terminó la cena. Su  día fue intenso.


Día 5

7 de la mañana, caminata por la playa. Rocas Negras y más allá, pasando el "ranchito" del Opus. Mis compañeros de caminata: Alemán (me enteré que lo llaman "Capitán", para mi seguirá siendo "Alemán") y Reina, la perra gorda del vecino, en ella, el nombre "Reina" representa toda una ironía, pero bueno, se ve que el dueño la adora.Reina se coloca detrás mio y me entorpece la caminata. Empuja desde atrás, mis piernas con su cabezota. Alemán la hociquea como diciéndole "dejala tranquila!". Dos personajes. Reina muerde mi pollera. La reto. Se calma y sigue caminando a mi lado. El paseo dura dos horas.¿Que creen que encontré en la arena? ¿Caracoles? ¿Piedras? ¿Algún otro tesoro marino? No. Un limón y un celular (?)
El limón esta perfecto para comer. El celular, un modelo viejo con la pantalla rajada, parece haber sido abandonado mas que perdido.Me llevo ambas cosas. Después les cuento lo que hice con el celular.

  Mensaje de Fer por la tarde luego de hacer las compras: "Llamame"
Llego a la zona de la costa donde hay señal y lo llamo. Kimba esta mal. Débil, no puede caminar casi, se cae, no come. Me habla de sacrificarlo y mi garganta se convierte en una piedra. Me duele el pecho. Lo imagino dando pasitos endebles, cabizbajo... Le digo que estoy de acuerdo. No quiero que sufra más. Lloramos con Fer juntos, a la distancia. Kimba nos dio mucho. Vivió bien.... hay que dejarlo ir... Que descanse....
Bola de pelos, cómo te voy a extrañar.... Gracias hermoso. Gracias por los mimos y por la alegría que nos diste. Gracias por tu vida, corazón. Te voy a querer siempre, siempre, siempre.
Descansa. Te quiero.