Año 2020 inolvidable. Aun me siento extraña, y terminando el año todavía más. Fue un año lector. Ya venia leyendo anteriormente, pero en éste en especial, la lectura resultó una especie de refugio ante la incertidumbre y esa sensación alienante que más o menos ya describí en la entrada anterior. Leí 30 libros en total, pero sin intenciones de detenerme en la cantidad, creo que el número es un fuerte indicador de la necesidad de leer ficción (sobre todo).
Voy a mencionar los que más me gustaron, sin hacer un ranking. El primero Matate, amor lo destaco porque me atravesó su lectura, la forma en que está escrito, da vértigo, me pareció tremendo, muy bueno. La maternidad en su más cruda expresión. Escuché muchas entrevistas a su autora, Ariana Harwicz, es muy interesante escucharla.
La saga de Elena Ferrante (Una amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo, La niña perdida) me encantó, sobre todo los dos libros de la foto. No defrauda Ferrante, yo la conocí leyendo Los días del abandono, excelente novela. De ella también leí, La vida mentirosa de los adultos, muy buena, un relato sobre la pérdida de la ilusión de la infancia, la hipocresía del mundo adulto, muy bien contada.
Estás muy callada hoy, Ana Navajas, merece una segunda lectura, me encantó, una mujer en crisis, que busca su lugar como esposa, madre, y principalmente como mujer, sin un rol especifico. Contada como si escribiera un diario, por momentos me parecía leerme.
Poeta chileno, Alejandro Zambra, una historia de amor (varios amores: familiar, de pareja, amor a la poesía) muy tierno, también con rasgos de humor, muy ágil de leer a pesar de ser larguito.
El mundo según Garp, John Irving. Me decidí a leerlo (también es largo) porque una escritora que me encanta (Milena Busquets) nombra a Irving como uno de sus escritores favoritos. Y vi este libro muy recomendado en varios blogs de literatura como uno de los libros que hay que leer en la vida. No me equivoqué. Es una historia llena de humor, me reí a carcajadas (y no soy fácil con eso), es muy tierna, esta contada de modo que no querés soltar el libro. Muy entretenida y muy bien escrita. Como suelo decir, te deslizás por las páginas.
Una novela real de Minae Mizumura (gordito también), los libros japoneses tienen algo particular, difícil de explicar, generan climas con descripciones sobre la naturaleza, las comidas, las bebidas, diferentes sensaciones. No queda atrás el relato, sin embargo los detalles te envuelven de modo que estas ahí adentro de la historia, viendo todo lo que acontece. Lo mismo que kitchen de Banana Yoshimoto, la ternura, el amor, el dolor de las pérdidas, la magia del reencuentro.
Dejo para el final El fin del amor de Tamara Tenenbaum, una filosa reflexión sobre varios temas : el amor, la pareja, la desilusión, el sexo, la familia. Un libro que genera preguntas, mas que dar respuestas, en una escritura ágil, con humor y complicidad.
Hasta acá las mejores lecturas. Quedó el resto de los 30 libros, que me gustaron (algunos, otro no) pero son muchos para escribir sobre cada uno. Los menciono:
Ciudad de mujeres- Elizabeth Gilbert
Apegos feroces- Vivian Gornick
Rabia- Sergio Bizzio
La ciudad y la casa- Natalia Ginzburg
La sal- Adriana Riva
La casa de las miniaturas- Jessie Burton
Gente normal- Sally Rooney (para mi, está sobrevalorado, me aburrió)
Manual para las mujeres de la limpieza- Lucía Berlín ( muy bueno)
El cocinero- Harry Kressing
Agosto- Romina Paula
El sol mueve la sombra de las cosas quietas- Alejandra Kamiya (salvo dos o tres cuentos, el resto no me gustó)
Silencio - Thich Nhat Hanh ( muy bueno)
Baño de damas- Natalia Rozenblum (esperaba más)
Vivian Elisabeth Fauville - Julia Deck
Una soledad demasiado ruidosa- Bohumil Hrabal
La habitación de invitados- Helen Garner
Rara - Natalia Zito (muy bueno)
Sueño profundo- Banana Yoshimoto
Y cerrando el 2020, empecé hace dos días Los llanos de Federico Falco.
Espero que el 2021 sea también un gran año de buenas lecturas, no tanto ya como refugio ante pandemias e incertidumbres, sino como un oasis donde refrescarse con las palabras.
Brindemos por eso.