Es un libro de la psicoanalista francesa
Marie-France Hirigoyen que pronto tendremos en nuestras librerías. En él, la autora analiza la manera que tenemos las personas para vincularnos. Aparecen las preguntas: ¿Por qué hay tanta gente sola? ¿Qué es estar solo hoy? y muchos interrogantes más que todos tenemos dando vueltas en la cabeza y que se actualizan a cada momento, ya que este es un tema universal.
Lo que destaco es un aspecto que no sé si algún otro libro sobre este tema abordó, algo que yo siempre comenté en los grupos de psicología social (allá lejos y hace tiempo) y que discutía con uno de mis coordinadores: en los momentos más cruciales de nuestra vida estamos solos. Me decían que no, que la red social, que el grupo interno esta siempre con uno, etc. Ahora que leo algunos párrafos de este libro, me siento más acompañada en esta idea, y en el concepto de la soledad como elección.
Didier soltero de 28 años dice:
"Nunca me aburro cuando estoy solo. Puede leer, fantasear, escuchar música.¨Pero, para mí no hay nada peor que encontrarme en una reunión en la que no tengo nada que decir a nadie. Me cuesta soportar las alegrías fingidas.Me da la impresión de perder el tiempo"
"Sin embargo, este estado de ánimo no es el más frecuente: en nuestras sociedades hipermodernas, los individuos intentan juntarse para no enfrentarse con sus miedos. Muchos buscan un amor o una pseudoamistad que vendría a colmar su soledad y a llenar su vacío interior. Se mueven, multiplican los encuentros, los amores, los proyectos. Niegan el envejecimiento y la enfermedad, pero la evidencia está ahí: nadie puede evitar la muetre. La agitación del mundo sólo sirve para disfrazar el hecho de que nacemos solos y moriremos solos."
(Fuente: revista vivíSophía)