El domingo pasado fuimos al
Jardín Japonés. Encontramos un árbol enorme,
Kiri (Paulownia tomentosa). Originario de China, conocido como el árbol emperatriz, lo que lo hace tan distintivo es su supervivencia a diferentes inclemencias. Por ejemplo sobreviven al fuego, ya que pueden regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida. También tolera la polución, y no exige suelos fértiles. Sus hojas son ricas en nitrógeno (buen abono) y las raíces previenen la erosión. Crece muy rápido. Absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol en el mundo, y como si fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno. O sea que es ideal para la lucha contra el cambio climático.
Y qué creen? Trajimos las semillas que estaban dispersas por el suelo, y las cápsulas que las contenían.
Ya puse algunas bajo tierra, veremos, veremos, después lo sabremos…
Gracias
Marxe por las correcciones...
En el camino encontramos una rama de
Ginkgo arrancada, seguramente por un alma despiada. La trajimos a casa, trataremos de que prenda en alguna macetita y luego se la daremos a alguien que disponga de espacio para que viva felíz. Ojalá logre sobrevivir.