Ella estaba sola, digamos que se acostumbró a la soledad. Aunque a veces le pesaba, ya casi ni pensaba en ello. Pero sabemos que lo que se tapa sale por algún lado.
El estaba mal, hasta donde se sabe. Le extendió a Ella su número de celular en un ticket de compra.
Ella, despistada, no lo advirtió. Metió el ticket en la cartera y luego seguramente fue a parar al tacho de basura.
El pensó que Ella no tenía interés ya que no la vio por dos o tres semanas ni recibió ningún llamado.
Ella volvió al local, distraída como siempre. Experimentó un dejá vu con El.
El le contó lo del ticket, el teléfono y toda la historia.
Ella le pidió su mail, El se lo dio.
Ella se fue sonriendo por la calle hasta su casa.
Así empezó la historia.