No hay tiempo para todo. Realidad, virtualidad, blog, face. En algún momento hay que dejar de comunicar y ponerse a vivir.
Bueno, intentando volver a mi querido blog, tal vez seria pertinente contar por donde anduve todo este tiempo. Pero no.
Hoy Martín invitó a un amigo a dormir. Acabo de preparar granola y tahini, dos cosas que amo comer.
Empecé el gym, por prescripción medica y porque me gusta. Transito un finde largo entre momentos (pocos) con mi hijo (ya no me da bola, para que negarlo), compartiendo tiempo muy placentero con Carlos, y palpitando un asado en familia. Estuve (y estoy) poniendo orden en casa, tirando cosas (que placer!!), arreglando otras, haciendo lugar, renovando el espacio. Disfruto mucho estar en casa. Tomarme mi tiempo para cocinar, hacerme unos mates, leer, navegar por la web, reírme mucho con mis gatitos Sushi & Dashi que ya cumplieron 2 años de estar en casa.
La vida misma, como diría Caro.
Así de linda quedó mi pared
Mis amores felinos