Este año hubo poca cocina para las fiestas. ¿Las razones? Falta de tiempo, cuestiones de peso (de kilos, no de dinero…) y el gusto por simplificar los festejos. Hice una ensalada muy rica con: kanikama + apio + repollo + zanahoria + ananá + huevo duro + palta + manzana verde. Rica y sanita. No hubo galletas de jengibre, ni pan dulce, ni nada de eso. Tampoco tomé alcohol ni comí pan! Resultado: me sentí mejor esa noche y al día siguiente. El tema de la menopausia (ya esta 99% confirmada) y sus efectos, hacen que tenga que cuidarme más y además, los calores externos e internos son insoportables.
¿Qué puedo decir de este año? Que fue hermoso, duro en lo laboral, gratificante en lo personal. Martín tuvo un gran primer año, buenas notas, pero lo que más me alegra es que haya formado un grupo de amigos. Esta muy grande e independiente, varias veces cocina el su propia comida, ya que yo ando de acá para allá, trabajando.
Con Carlos, mi amor, mi compañero, cada vez estamos más unidos, compartiendo lo que nos ofrece la vida, tratando de disfrutar cada momento al máximo. Algún que otro viaje, comidas ricas, salidas en bici, cine, charlas jugosas… El me hace mejor persona y yo soy muy feliz dándole todo mi amor.
Mis afectos, amigas que veo cada tanto, reencuentros con amigas que no veía, mis amigas virtuales, que a la distancia, también me acompañan y acompaño (este año conocí a Gaby! Una alegría enorme!!!), las reuniones familiares, los momentos en soledad, que también disfruto mucho.
Mi terapia, con Mirta apoyándome cuando flaqueo, dándome su mano con mucho humor y cariño, ayudándome a mirar y a mirarme.
Sushi & Dashi que me alegran la vida, con sus locuras, sus momentos tiernos, sus mimos.
No voy a pedir nada.
Solo doy GRACIAS a esta hermosa vida.
Un abrazo a todos, que tengan un lindo comienzo de año!
(No podía faltar algo de origami!)