Mi hijo esta yendo a un taller de arte. Le explique que iría cuando el tuviera ganas, que era una actividad para
disfrutar. Hace poco lo fui a buscar, vi como estaba sumergido en su “obra”, lo vi feliz. No pude evitar verme en él, el gozo, la alegría, la concentración. Y la felicidad cuando me dijo:
“Ma, ¡quiero volver!”
Me hiciste acordar a cuando iba al taller de María Angélica. Me ecantaba; lástima que duró poco, y después nunca más.
ResponderBorrarBesos.
Si, bueno seria cuestion de incursionar, vio?
ResponderBorrarYo siempre me pregunto como los viejos no me llevaron nunca a un taller si yo me pasaba tooodo el dia dibujando???
Me encantó este rinconcito de intimidad...y sobre todo la libertad que le das a tu hijo.
ResponderBorrarMis padres me llevaban a mí y a mis hermanos a clases de arte. Había que ir si o si!!! Si bien yo las super disfrutaba, mis hermanos no tanto... y de hecho nunca les pintó mucho por ahí, pero me acuerdo de las pataletas que hacia mi hermana a la hora de ir... uff insoportable... jaja yo hacia lo mismo pero a la hora de ir a yudo!! jeje
La libertad es primordial para que uno pueda ser quien realmente es!!
Totalmente, la libertad sobre todo, y esto de ver lo que al otro le gusta y darle la posibilidad de que se exprese...lo que me hubiera gustado que hubiesen hecho conmigo mis viejos, pero bueno, se hace lo que se puede, no?
ResponderBorrarvero adoro esa devocion por martin, tu hijo.
ResponderBorrares evidente lo buenisima madre que sos siempre estas en todo lo que necesita.
crecer en libertad es la mejor oferta para su vida la posibilidad de elegir.
te quiere mariana
Se hace lo que se puede...me va a pasar factura igual, como todo hijo, y esta bien, esta en todo su derecho. El amor me guia, pero somos humanos y nos equivocamos igual...(gracias a Dios!)
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