Ilus de Lisa Evans
En un intervalo en el trabajo fuimos con Cintia a almorzar. Charlamos un montón, y tocamos un tema sobre el cual vengo pensando hace años: lo femenino, que es ser femenina? En que consiste el ser femenino?
Ambos, varones y mujeres, tenemos lo femenino y lo masculino, en diferentes medidas.
En mi caso, tener dos hermanos varones mayores y primos varones, me llevó a cumplir destino de arquera (con guantes y todo) y recibir tremendos pelotazos que trataba de atajar con orgullo.No era mala, igual no alcanzó para dedicarme al fútbol. Jugaba con ellos a todo, también con amigas, claro, pero la mayoría de las veces elegía compañía masculina. También sucedió eso en el secundario, mis amigos venían a jugar al truco a casa.
En el Jardín la maestra siempre me sugería que fuera al rincón de las muñecas y yo elegía el rincón de arte, las demás se peleaban por ponerse vestidos y tacos, yo era feliz con mis crayones.
En el grupo de ciclismo en donde conocí a mi ex marido, la mayoría eran varones y me veían con cara rara, andando en bici a la par de ellos.
Digamos que no era fácil ser mujer en mi familia. Tal vez esa sea la razón de todo este relato, y de mi posicionamiento frente a la vida: ser independiente, casi autosuficiente, empezar a trabajar a los 16 años (antes que mis hermanos) a pesar de la oposición paterna. Siempre pensé que la independencia económica es vital para la mujer, te da libertad para hacer y deshacer, para pararte sobre tus propios pies y no descansar en la voluntad proveedora de ningún hombre. Esto en ocasiones, puede llegar a asustar a más de un varón, que, en su aparente queja de ser los que “llevan el dinero a casa”, de algún modo usan ese poder sobre sus mujeres. Si, y no me digan que eso era antes, en la época de nuestros padres, les aseguro que aún persiste, en menor medida, claro y tal vez con otros matices.
Algunos varones no se bancan tener a su lado a una mujer independiente. Les da temor, los descoloca, les da inseguridad. Habrá otros a los que no les ocurre esto, pero conozco muy pocos.
También charlábamos sobre el estereotipo de lo femenino.. Jamás me intereso la moda, ni combinar zapatos con carteras, ni ir a la peluquería muy seguido, ni vivir con la nariz pegada a las vidrieras de locales de ropa. No soporto hablar mucho por teléfono, ni chusmear sobre la vida de los demás. No me interesa criticar a otras mujeres, cada cual que viva a su gusto y que use lo que quiera. Me gusta hablar de igual a igual con los varones y nada de histeriqueos (a pesar de las recomendaciones de la que fue mi terapeuta). Mi amigo Rafa dice que por ser mujer soy muy masculina, lo cual es probable. Igualmente creo que la femeneidad pasa por otro lado. Y está claro que no existe una sola manera de ser mujer. Cada una tiene su sello propio, su estilo personal único e irrepetible.