Dejé esta carta en su habitación
Querido Martín:
Hoy cuando te mediste conmigo y vi que creciste (más!) me dio vértigo. Estás muy grande y no solo de altura, estas grande por dentro.
No me voy a poner pesada, solo quería que supieras que te amo y que sos lo mejor que me pasó en la vida. Es verdad que a veces estoy a mil y parece que no registro las cosas, pero no es así. Cuando tocas la guitarra, por más ocupada que esté, se me llena el alma de alegría. Estoy muy orgullosa de vos por todo lo que sos.
Te voy a extrañar, pero se que vas a estar bien. Y yo voy a volver renovada para poder terminar el año sin volverme (tan) loca jajaja!
¿Sabes que te quiero mucho?
Nos vemos pronto!
Cuidate!
Muak!
Mamá
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