jueves, 9 de febrero de 2017

Mi Mar del Sur

Estar en Mar del Sur, es estar en casa. Tantos recuerdos, tantos veranos, juegos, caminatas, mucha familia y amigos. Es caminar descalza, sentir la arena tibia, el pie se hunde suavemente y las sensaciones se multiplican. Paz, paz, paz. Estos días fueron maravillosos. Pocos días pero intensos. Mucho descanso, caminatas, comidas ricas, lectura, charlas interminables, mate por medio. Desayunos pausados, el cuerpo al sol, el sonido de la lluvia desde las cobijas.
No puedo dejar de ir, no quiero dejar de ir.
Gracias amor.






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