Te extraño

Abrazarlo y besarlo aunque oliera mal (ya no se lavaba). Tratar de darle comida que le gustara. Darle agua en vaso de vidrio, a veces con jeringa. Decirle lo mucho que lo quería. Darle las gracias. Saludarlo con ternura cuando llegaba a casa. Verlo tomar sol en el balcón. Acariciarle la cabecita. Quedarme despierta de noche llorando al verlo tan desmejorado. Angustiarme cuando no comía.


Llorar y esperarlo. Calmarme. Volver a llorar. Extrañarlo mucho. Pero mucho. Verla a Dashi sola. Volver a casa y no encontrarlo. Dormir sin su peso encima mío. Escuchar llorar a mi hijo. Desear acariciar su pelaje áspero una vez más. Desear besar su cabecita.

Sushi te extraño.