Ravioles de puerro

Las pastas caseras eran una tradición familiar en casa durante mi infancia. Rosa, la señora que ayudaba a mi abuela, hacia unos ravioles caseros de espinaca que eran la gloria. Nosotros "ayudábamos" a amasar. Hacíamos más lío que otra cosa, pero ella, con su infinita paciencia, nos daba pedacitos de masa para darles forma y luego hornear. Aún me parece escuchar el sonido que hacia cuando preparaba la mezcla de espinaca y ricotta en el bol.

Hoy me levanté con ganas de ravioles caseros, y justo vi en la tele a un cocinero preparándolos.
Se me ocurrió un relleno diferente: puerros, jamón, queso y un poco de nueces y almendras procesadas.
Masa:
3 huevos + 15 ml de agua + 15 ml de aceite + 6 gr de sal fina + 300 grs de harina común.
Metí todo en la máquina para hacer pan (programa 8 masa)
Lo deje amasando unos minutos, hasta que se formó un bollo tierno.
Lo retiré. Dejé descansar la masa y preparé el relleno:
Puerros picados y un poco de ají morrón salteados en wok.
Luego le agregué jamón picado, queso rallado, un poquito de ricotta, y el trío infaltable: sal, pimienta y nuez moscada. Para secar un poco el relleno molí un puñado de nueces y almendras. Procesé un poquito el relleno con la Minipimer pero no del todo, me gusta que se vean los ingredientes.
Pasé la masa por la Pastalinda hasta dejarla bien finita y armé los ravioles. A Martín le hice un relleno con ricotta, jamón y queso rallado.

¡Una delicia!